13/01/2020
Cómo plantear y estructurar una obra.

La decisión de emprender unos trabajos de obra para mejorar las instalaciones de nuestra vivienda es una tarea que no debemos tomar a la ligera.El resultado final no solo dependerá del buen hacer de los profesionales que contratemos para la ejecución de los trabajos, sino también de cómo planifiquemos el proyecto.

La planificación nos llevará a la identificación de nuestras necesidades más urgentes para darles prioridad y así distribuir nuestro presupuesto según la importancia de las cosas.Economizar los recursos de los que disponemos es otro aspecto a tener en cuenta, en el que lo mejor que podemos hacer es pedir asesoramiento a un técnico especializado.

 

Lo primero que debemos plantearnos a la hora de afrontar una reforma más o menos grande en nuestra casa, son las necesidades reales que debemos responder a corto y a medio plazo. Pero también saber en qué momento del año te conviene meterte en obras y si, una vez con la casa patas arriba, conviene realizar modificaciones (tuberías, sistema eléctrico, etc.) que te aseguren no volver a reformar nada en un buen periodo de tiempo.

El segundo paso es la búsqueda de ayuda profesional en el diseño del hogar si la reforma es importante. No basta con consultar al albañil que dirige el equipo contratado. Para obras de mayor calado, conviene dejarse asesorar por un técnico neutral, es decir, contradado de forma particular por nosotros mismos, pues nos pueden dar ideas muy válidas sobre cómo sacar partido a lo que tenemos.

Por otro lado, hay que estudiar las necesidades de licencias de obra mayor o de obra menor para la obra que vamos a realizar, los permisos o avisos a la comunidad de vecinos y demás requisitos legales que te exige tu ayuntamiento. Esta gestión de permisos también puede ser competencia del técnico que conoce los trámites a solicitar para poder iniciar los trabajos con tranquilidad y en regla.

 

Siguientes pasos

Una reforma integral en tu casa es una inversión, por lo que es imprescindible realizar un presupuesto al que ajustarnos y valorar la necesidad de financiación del mismo. Las obras bien hechas aumentan el valor del inmueble y lo hacen más atractivo para un potencial alquiler o venta.

Un buen presupuesto de obra evita sobrecostes de última hora y, si está elaborado por un buen profesional, puede incluir una valoración previa de los posibles vicios ocultos e imprevistos: materiales utilizados de baja calidad, tuberías obsoletas, obras previas más desarrolladas, etc.

A partir de este punto, ya puedes pedir presupuestos (más de uno siempre). Para obras menores, se pueden contratar directa e individualmente a los profesionales, o a través de un contratista que tenga su propio equipo de trabajadores. Para obras de mayor peso, mejor buscar empresas dedicadas a las reformas con arquitecto técnico o interiorista como asesor y encargado de obra.

 

 

Pasos finales

Una vez comparados los presupuestos y elegido el ejecutor de la obra, hay que aclarar lo que se va a realizar y atarlo todo en un contrato que incluya plazos de ejecución, precio y definición de todo lo que incluye ese precio, así como la forma de pago (plazos), el procedimiento para la gestión de modificaciones y la forma de revocación del contrato y sus costes, por las dos partes.

En el contrato reflejaremos también los trabajos y superficies correspondientes, los materiales que se emplearán con sus calidades (marcas y modelos si ya están decididos) y las obligaciones a las que se comprometan por la obra, como limpieza del portal, reparación de daños (seguros de responsabilidad civil), etc.

En el proceso de ejecución, es conveniente hacer un seguimiento cercano para ir viendo la evolución y el cumplimiento de los plazos, pero también para ir controlando y valorando las cosas que se hacen y que no son visibles al terminar la obra.

Y en el asunto de los pagos, conviene no adelantar más de un 30% del importe total para materiales y abonar el resto al estar conforme con la reforma. Siempre hay que exigir la factura y pagar el IVA, pues es una obligación y la garantía para reclamar si hubiera problemas posteriores. Esto último es importante, pues un imprevisto nos puede alterar la gestión de nuestros recursos.

 

Por último, no olvidéis que es una obra por y para vosotros, que vuestro técnico de obra debe recoger todos vuestros gustos y ofreceros todas las posibilidades para que vuestro hogar sea como siempre habíais soñado!

 

Elige elegir, elige OBRAR BIEN.