31/01/2020
Hipotecas: Guía rápida para tomar decisiones

En la mayoría de los casos, solicitar una hipoteca es la única manera de llegar a ser propietario de una vivienda.

Por ello, las dudas sobre qué modalidad escoger, cuotas a fijar y si podré hacer frente a un préstamo hipotecario con la nónima disponible son una preocupación para aquellos que están decididos a adquirir su vivienda en propiedad. 

Hoy queremos ayudar en esa tarea y os traemos una pequeña introducción para ir ordenando ideas, complementada al final con el enlace a una guía muy completa sobre la gestión de una hipoteca paso a paso.

Vamos!

 

1. ¿Qué es un préstamo hipotecario?

El préstamo hipotecario que le concede su entidad es el que le permite hacer suya la vivienda deseada. Ése es su fin específico: facilitar el acceso a la vivienda.

Su principal característica, y de ahí el nombre de hipotecario, es que, además de la garantía personal, el inmueble queda afectado como garantía del pago del préstamo. Pero, precisamente este hecho es lo que hace posible que los préstamos hipotecarios tengan tipos de interés más baratos que otras modalidades de préstamos con menor garantía. La importancia de la inversión también hace que el plazo sea más largo para la mayor facilidad de pago.

 

2. Cómo elegir el tipo de préstamo que más le interesa

Importe

Para conocer exactamente el importe del préstamo que podrás conseguir debes tener en cuenta dos aspectos. En primer lugar, el valor de tasación de la vivienda.

A través de una sociedad de tasación autorizada, sabrás cual es la valoración del inmueble y si la cantidad que le pide el comprador se ajusta a los valores del mercado. La tasación de la vivienda es, por tanto, otra forma de aumentar tanto tu seguridad como la de la entidad financiera que, si lo deseas, personalmente puedes encargar a una sociedad que lleve a cabo la operación. Pero recuerda, los gastos de tasación correrán a tu cargo, con independencia de que al final se formalice o no el crédito.

Lógicamente, otro factor que condiciona el importe del préstamo son sus ingresos. Como regla general, las entidades suelen recomendar que la cuota que deberá pagar al mes en concepto del préstamo hipotecario no supere determinado porcentaje -en torno al 30%- de tus ingresos mensuales. Para ti resulta más seguro: se evita correr riesgos de impago en el momento en el que surja algún gasto excepcional en su presupuesto.

¿Ya sabes cuál es el valor tasado? Bien pues, siempre que tus ingresos lo permitan, usted podrá obtener entre el 70% y el 80% de ese importe. Quizá puedas incluso llegar a más si aporta garantías adicionales. Habla con tu entidad.

Nuestros consejo es que la hora de determinar el importe neceario no apretarse excesivamente el cinturón. Concederse cierta holgura dentro de los límites indispensables.

 

Plazo de amortización

El plazo de amortización es el tiempo que se establece en el préstamo para su total devolución. Por la envergadura de la operación, los préstamos hipotecarios tienen un plazo dilatado, desde cinco a quince, veinte o más años.

Lo importante es ajustar bien tanto el importe del crédito como el plazo para poder pagarlo con más comodidad. Buscar el punto justo: alargar el plazo más de lo necesario supone pagar intereses más años y estrecharlo en exceso puede llegar a implicar una carga demasiado pesada.

El nivel de los tipos de interés también permite hacer combinaciones más o menos ventajosas con el plazo. En general, con tipos bajos, el alargamiento del plazo produce una mayor disminución de la cuota, mientras que con tipos de interés altos, el plazo más largo no produce un descenso significativo de la cuota a pagar.

Lógicamente, el tipo de interés es un aspecto muy importante del préstamo ya que, unido al plazo, determina lo que se pagará a lo largo de los años. Sin embargo, no debe verse el tipo de interés como un elemento aislado. Además de valorar aspectos menos tangibles como la relación con tu entidad, debes prestar atención a todos los demás elementos del préstamo: la modalidad del tipo de interés -fijo o variable-, las comisiones que se aplican, las cuotas a pagar y su periodicidad y el plazo de amortización.

Es esencial buscar la combinación perfecta entre el tipo de interés y el plazo para que la operación se acople bien a sus posibilidades. Un cuarto de punto en el tipo de interés no tiene gran repercusión en la cuota pero la diferencia entre diez o veinte años puede determinar el acceso o no al préstamo o que pueda solicitarse mayor o menor importe.

 

Para ampliar esta información de forma más detallada, conocer las comisiones y los gastos hipotecarios, los tipos de interés y cómo formalizar la hipoteca, remitimos este enlace donde podréis consultar de forma desglosada y detallada todo lo referente a la gestión de una hipoteca. 

Informe elaborado por la Asociación Hipotecaria Española: https://www.elmundo.es/suvivienda/sv/documentos/guias/hipotecas/index.html