26/08/2020
Revaloriza tu casa reformando!

Las reformas son vistas en la mayoría de los casos como un gasto en el que tenemos que incurrir a veces de forma inevitable.

La perspectiva en realidad es otra: Un gasto es un dinero a fondo perdido, es decir, no volverá a existir un retorno sobre ese dinero que estamos gastando pero eso no sucede así en una reforma.

Cuando iniciamos una obra de reforma es seguro que estos cambios elevarán el valor de nuestras propiedades pudiendo venderlas por una cantidad superior a la inicial, incluso recuperando esa inversión en la misma, así como mejorando la cuota de alquiler si es que pensamos arrendarla.

Los compradores o inquilinos estarán dispuestos a abonar una mayor cantidad por un inmueble en mejor estado, así como por mejores condiciones de eficiencia energética.

 

Qué reformas podemos acometer para aumentar el valor de nuestra vivienda?

 

 

  • Cambio de ventanas: Las ventanas son un punto débil dentro de los hogares, son las zonas donde surgen en su mayoría problemas de humedades, condensación y desequilibrio en la temperatura. Es muy importante que las ventanas estén perfectamente instaladas y sean de buena calidad. Hoy en día los sistemas de ventanales disponibles mejoran mucho a los de antaño, con una tecnología que impide el paso del agua y del aire mejorando las condiciones energéticas de un inmueble, sin duda una de las mejoras clave a la hora de arreglar una casa.

 

  • Sistema de electricidad y tuberías: Aunque el cableado eléctrico es duradero, no está demás revisarlo y asegurarnos de que nuestras salidas de electricidad están en buenas condiciones en caso de apagones o subidas de tensión que podrían estropear nuestros electrodomésticos. Por otra parte las antiguas tuberías de cobre pueden ocasionar obstrucciones en los grifos y roturas, ya que con los años se deshacen causando fugas que derivan en humedades severas.

 

  • Rehabilitación de fachadas y tejado: Como acontece con las ventanas, las fachadas no siempre están preparadas o se hicieron en su momento con las mejores características para soportar a medio y largo plazo las condiciones externas. En las zonas de mucha lluvia, la humedad castiga las paredes ocasionando grietas y filtraciones. Llegado un momento, una revisión de la fachada y colocación de un aislante mejora notablemente las condiciones internas de una vivienda, tanto en invierno como en verano pues se consigue una estabilidad de temperatura que veremos reflejada en nuestra factura energética. 

 

  • Mobiliario y otras instalaciones: Aunque no se trata de tirar lo que aún nos sirva, sí que al final de la vida útil de nuestros electrodomésticos está bien valorar sustituirlos por aparatos que sean energéticamente eficientes y encajen en el estilo de nuestros hogares. La estética cobra mucha importancia a día de hoy y además de la funcionalidad del propio aparato, es interesante que "quede bien" en el entorno. Muebles, decoración y electrónica conviven en armonía en los hogares más revalorizados.

 

  • Pintura: Las posibilidades que ofrece una buena pintura son asombrosas. Con los colores no solo podemos dar un cambio gigante a nuestra vivienda dejándola como nueva, sino que podemos aportar luz, amplitud, sensaciones... Sin duda la pintura es uno de nuestros recursos favoritos a la hora de un buen lavado de cara, pues parecerá que la casa queda para estrenar. Asesórate con un profesional a la hora de la selección de colores, como explicábamos en el apartado anterior es interesante que todo tenga un sentido para lograr un estilo y un ambiente determinado. 

 

Recuerda que una reforma es una inversión de la que no te arrepentirás, tanto como usuario como vendedor o arrendador, siempre mejorará las posibilidades antes de la misma.

Es muy satisfactorio disponer de un hogar confortable en el que se aprovechan al máximo los recursos energéticos, así como el sentirnos bien en todas sus estancias.

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